lunes, 8 de abril de 2013

Poquito a poco se consigue mucho

He estado un mes fuera por motivos de trabajo, y no he podido contaros nada, así que voy a ello.

Este medio día he estado en el comedor con un solucionólogo que tenía mucho interés en conocer el proyecto. Además, ha llevado 350 colgantes identificadores que van a ser utilizados para una jornadas de orientación laboral el mes que viene. La persona en cuestión, a quien llamaremos "A", se ha quedado maravillado de la espectacular labor que llevan a cabo las Hijas de la Caridad. De hecho, al enterarse de que hacen falta chanclas para el servicio de ducha, él mismo va a donar varios cientos, para que los usuarios protejan sus pies de infecciones y hongos.



Hemos llevado también una bolsa llena de jabones, geles, cremas y colonias que varios solucionólogos han ido recopilando de viajes... En total unos 150. Una señora cantidad. Así que ya sabéis, si os apetece hacer recogida de jabones de hoteles entre amigos y familiares, un buen destino es el servicio de duchas del comedor.




Lo último que os cuento, y no puedo desvelarlo del todo, es que el otro día un miembro de una entidad muy fuerte en España, se puso en contacto conmigo. El blog llegó a sus ojos a través de alguien que se lo mandó a otro alguien (las maravillas de internet, vamos)... Y ahora mismo están analizando las distintas formas con las que colaborar, por un lado, a nivel interno a través de trabajadores y de lo que ellos puedan aportar, y por otro, la propia entidad.

Me encanta el entusiasmo y el interés que están mostrando, y de ellos sí puedo decir que tiene pinta de que saldrá, y que no venden "humo"... Porque lamentablemente también me he topado con varias personas que han vendido, mucho, mucho "humo". Han pedido visitar el comedor para "ver si éste prestaba los servicios que tenía que prestar", hemos organizado tres visitas a las que han dado plantón, y de "vamos a hacer algo seguro porque nos interesa muchísimo", hemos pasado a que no respondan los emails. En fin, siendo un fin tan sumamente delicado como el que es, me da mucha rabia que las empresas o las personas no respondan como corresponde. Ojo, no digo que todo el mundo tenga que subirse al tren de solucionólogos. Sólo digo que se agradece que no le hagan a uno perder el tiempo, igual que se agradece no generar falsas esperanzas con un bien tan preciado como es la comida... en este caso, sandwiches. Algo tan sencillo como "lo sentimos, no podemos hacer nada", hubiera sido de agradecer.

Cada entidad o cada persona tiene sus proyectos de ayuda, y no todo el mundo puede ayudar a todo lo que se le presenta. Afortunadamente el tren de solucionólogos está siempre lleno de gente generosa y voluntariosa dispuesta a aportar, ayudar y compartir la información.

Sólo pido que no se haga perder un tiempo valiosísimo para invertir en el proyecto, con gente que de verdad busca y quiere ayudar.

Os comento que seguimos sin encontrar ayuda para organizar un pequeño picoteo de cara a esas jornadas de orientación laboral... ¿caterings?, ¿cafeterías?, ¿alguien puede moverlo?.

Asimismo, vuelven a hacer falta cuchillas de afeitar, ropa interior, calcetines, espuma de afeitar, desodorantes... 

Os dejo, por un lado con la imagen del comedor tomada hoy a medio día. Esta difuminada para preservar la intimidad de quienes salen. Y por otro, con una preciosa reflexión de Gandhi que he encontrado en una de las paredes del comedor. Muchas gracias como siempre por todo. Ah, y perdón si tardo en contestar comentarios del blog y correos, pero cada vez me es más difícil estar a todo: trabajo y esto. Lo hago lo mejor que puedo.